martes, 20 de abril de 2010

El Puente

Muchas veces, durante muchos años, crucé sólo por un fin de semana el puente. Queda a 230 km de la Capital y me llevaba a un lugar, para mí, casi paradisíaco.
Ahora, desde que se instaló Botnia, asambleístas, defensores del medio ambiente, me impiden llegar a Fray Bentos y su balneario Las Cañas. Hoy, después de muchas idas y venidas, la corte de La Haya dictaminó que si bien Uruguay incumplió con los tratados sobre el río, la pastera puede seguir funcionando ya que no se demostró que contamine. El fallo es inapelable y definitivo.
Entonces, lo que queda, es saber cómo van a reaccionar los asambleístas. Si finalmente van a desistir del bloqueo o van a insistir a pesar de que la medida no sólo no fue efectiva para lograr su cometido (que la fábrica se cierre) si no que además coarta la libertad de circular.
Claro que no me gusta la pastera, posiblemente contaminando las aguas, y seguramente contaminando el panorama visual. Claro que creo en la importancia y el poder de las manifestaciones ciudadanas. Está claro. Sin embargo me pregunto hasta dónde puede llegar el derecho legítimo de reclamar cuando la manifestación del reclamo socava a su vez otros derechos igual de legítimos y valederos.

2 comentarios:

  1. Saludos

    El tema del corte del puente me parece algo complejo, sumado a que lo entrerrianos tienen historicamente una estrecha relacion con los reclamos y la manera en que lo hacen.
    Supongo que es un reclamo legitimo, el problema es que el reclamo verdadero deberia ser del otro lado del rio.
    Imaginate el caos si en la Argentina, donde existen cientos de empresas contaminantes, los vecinos armaran piquetes durante años.
    Seguramente generaria opiniones encontradas, algunos pidiendo palos y otros pidiendo tolerancia.

    Saludo

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  2. Es cierto lo que planteás. Uruguay es sin dudas parte de la idisincracia del Río de la Plata...siempre puede actuar de la manera menos pensada.

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